10 errores silenciosos en la crianza de adolescentes

En 2016, las cifras indicaron que 13 mil 327 adolescentes fueron procesados a nivel nacional por diversos delitos como: homicidio, extorsión, secuestro exprés, secuestro, narcomenudeo y participación en evasión de presos.

El Censo Nacional de Impartición de Justicia Estatal, realizado por el INEGI, señala que las entidades con el mayor número de adolescentes homicidas son:

Distrito Federal
Chihuahua
Nuevo León
Guanajuato

Y, el último análisis estadístico del INEGIindica que más de 4,500 adolescentes fueron procesados por algún delito tan sólo en el Estado de Nuevo León.

Lamentablemente, debido cuestiones socioculturales, todavía hoy mucha gente cree que los delitos son cometidos exclusivamente por personas provenientes de colonias marginadas, que suelen moverse en pandillas y que utilizan vestimenta holgada. Si bien es cierto que algunas de esas personas son propensas a delinquir debido a la exposición cercana y más o menos permanente a entornos socioculturales violentos, la realidad es que quienes cometen delitos se encuentran en cualquier sector de la población incluso inmersos en un ambiente social de mejor o equilibrada posición económica.

Y es que sólo hace falta que una de las tres carencias principales se enfatice en un adolescente para que éste se sienta perdido y atraído hacia un camino lleno de promesas falsas e irregularidades constantes, originándose en él lesiones a nivel físico, mental, social y espiritual, haciéndole entonces proclive a cometer casi cualquier delito, las tres carencias son:

La falta de recursos
Escasez de redes de apoyo (familia, escuela, amigos, vecinos etc.) y,
Deficientes servicios básicos de asistencia

Las redes de apoyo son estructuras que brindan algún tipo de contención, están conformadas por el Estado y los servicios que éste nos otorga así como por Organizaciones Comunitarias y por el conjunto de personas con las que mantenemos un contacto frecuente y un vínculo socio-emocional cercano.

La adolescencia representa una etapa de caos, confusión y búsqueda de identidad para la mayoría de los jóvenes y, comúnmente, cuando un adolescente no encuentra apoyo en sus redes más inmediatas (familia y amigos), y si la escuela y la comunidad no intervienen mostrando -al menos- un interés genuino por ayudar a ese o esa joven a través de acciones concretas que le ayuden a redirigir decisiones y reparar sus acciones fallidas; entonces el adolescente, en medio de su abandono y confusión, será un blanco fácil que cederá ante persuasiones de otros o ante sus propios deseos de generar violencia o delinquir.

¿Cómo prevenir conductas delictivas en adolescentes?

La mejor forma de prevenir es mediante el acompañamiento y la constante ejemplificación de valores. No basta con señalar a su hijo qué está bien y qué está mal, es necesario que sea congruente, así le ayudará a generar y fortalecer sus propios recursos psicológicos de afrontamiento, como lo dijo el escritor Robert Fulghum: “No te preocupes porque tus hijos no te escuchen; preocúpate porque siempre te están observando” .

Para concluir, le compartimos una reflexión de la Dra. Beatriz Villarreal directora de Mano a Mano Foundation, organización ubicada en San Diego, California que proporciona habilidades de construcción de grupos de apoyo que ayudan a los padres latinos y sus hijos para estimular y favorecer el éxito de la familia. En una paradoja, expresa lo siguiente:

10 pasos a seguir para crear a un adolescente delincuente

Es muy fácil crear a un hijo delincuente, casi no ocupamos mucho trabajo…

No le enseñe respeto ni a usted, ni a la Ley, ni a la gente que le rodea.
No lo supervise ni ponga límites: déjelo hacer lo que quiera, a la hora que quiera, cuando quiera y con quien quiera.
No hable o tenga una conversación a fondo con su adolescente todos los días. Hágalo sólo si él o ella quiere o se lo pide.
No lo haga responsable de sus acciones, usted resuelva siempre todos los problemas de su adolescente y no lo preocupe con sanciones o consecuencias.
Déjelo siempre solo en su cuarto. Extreme la privacidad y nunca supervise sus cosas personales.
Nunca se enoje ni confronte a su hijo cuando éste se porte mal, deje que él o ella aprendan por su lado o con sus amigos.
Sea siempre inconsistente con las reglas de su casa, es más, no tenga reglas ni horarios a seguir.
No le enseñe a pensar y considerar a los demás cuando sea un día especial como cumpleaños, día de la madre o del padre, del maestro, Navidad etc. Él o ella son adolescentes y no tienen por qué pensar en los demás.
No le enseñe valores ni costumbres o tradiciones familiares. Él o ella aprenderán sus propios valores con los amigos en la calle.
Finalmente, no participe en la escuela de sus hijos. A ellos no les gusta ver a sus padres ahí, ya le hablarán de la escuela si hay un problema con él o ella.