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Lo que debes saber sobre la Inteligencia Emocional

¡En breve, obtendrás un nuevo aprendizaje!

Seguramente alguna vez has escuchado hablar sobre la Inteligencia Emocional (IE) y sobre la importancia que tiene para el ser humano contar con esa habilidad e implementarla en su vida diaria para mejorar el estilo de su comunicación, sus percepciones y, sobre todo, disminuir sus conflictos interpersonales, pero¿sabes realmente qué es la IE y cómo desarrollarla?A continuación, te compartimos algunos aspectos clave que te ayudarán a comprender mejor este tema.

Un poco de historia.

En la década de los 80’s, Daniel Goleman, psicólogo estadounidense de renombre internacional, sorprendido ante el efecto devastador de los arrebatos emocionales y consciente, al mismo tiempo, de que los tests de coeficiente intelectual no ayudaban a entender el porqué de la diferencia tan marcada en el desempeño de una persona y otra en las actividades académicas, profesionales o personales, empezó a estudiar los factores que determinan dichas diferencias por ejemplo, entre un trabajador “estrella” y cualquier otro ubicado en un punto medio, o incluso entre un psicópata asocial y un líder carismático. De esta manera, una vez que reunió suficiente información gracias a sus investigaciones, en 1995, escribió un libro llamado: “Emotional Intelligence” (en español, Inteligencia Emocional).

En ese libro, Goleman afirma que la diferencia radica en un conjunto de habilidades llamado “inteligencia emocional”, entre las que destacan: el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Si bien, una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestro equipaje genético y otras tantas se moldean durante los primeros años de vida, la evidencia demuestra que las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida, si para ello se utilizan los métodos adecuados.

Los hallazgos y el libro de Daniel Goleman fueron revolucionarios y, a partir de entonces, el estudio y el entrenamiento en Inteligencia Emocional se convirtió un tema básico para mejorar nuestra capacidad adaptativa en todos los niveles: personal, familiar, laboral/empresarial y social.

Concepto.

“La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social”. Daniel Goleman.

De acuerdo con Goleman, una persona con Inteligencia Emocional cumple con las siguientes características:

  • Valoración adecuada de uno mismo.
  • Autocontrol.
  • Confianza en uno mismo.
  • Integridad.
  • Confiabilidad.
  • Iniciativa.
  • Motivación de logro.
  • Adaptabilidad.
  • Innovación.
  • Optimismo y persistencia.

Por el contrario, una persona que no cuenta con esa habilidad, suele ser:

  • Apática.
  • Impulsiva.
  • Insegura.
  • Retraída, temerosa.
  • Con poca motivación.
  • Irritable.

La IE nos ayuda a desarrollar diferentes competencias:

  • Tomar conciencia de nuestras emociones.
  • Comprender los sentimientos de los demás.
  • Tolerar las presiones y frustraciones del trabajo.
  • Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
  • Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
  • Participar, deliberar y convivir con todos desde un ambiente armónico y de paz.

Componentes de la Inteligencia Emocional.

La IE está integrada por cinco elementos:

1. Autoconciencia. Es tener conocimiento de nuestras propias debilidades y fortalezas, ser honestos y rigurosos con nosotros mismos, conocer nuestros límites.

2. Autocontrol. Es la capacidad de controlar las emociones y los impulsos, es elegir cómo sentirme y cómo reaccionar ante cualquier evento.

3. Motivación. Es la voluntad que se tiene para crear un entorno en el que nuestros objetivos y metas se puedan cumplir y seguir reforzando este ambiente.

4. Empatía. Es la capacidad de identificar y entender los deseos, necesidades y puntos de vista de quienes nos rodean, es reconocer los sentimientos de los demás.

5. Habilidades sociales. Son las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria. Es trabajar en equipo y siempre sumar puntos positivos.

La comprensión y la práctica constante de dichas capacidades es la clave para el desarrollo de la IE. Todos podemos tener una vida más plena si nos desprendemos de las conductas y pensamientos nocivos y, en cambio, aprendemos a integrar a nuestra vida hábitos saludables. Empieza con uno de los componentes y asegúrate de que estás practicándolo día a día, en cada una de las relaciones que mantienes (de pareja, familia, laborales, sociales, etc.). Si tu compromiso es constante, pronto notarás que lo conviertes en hábito, verás los beneficios que trae y te será menos complejo desarrollar el resto de las capacidades.

La IE también se empieza a desarrollar poniendo en práctica un análisis sobre ti mismo, es decir, pregúntate: ¿cuándo o ante qué circunstancia o evento me siento triste/enojado(a)/sensible/feliz/temeroso(a), etc.?, y, ¿de qué forma actúo ante esto, tanto conmigo mismo(a) como con los demás?, ¿de qué manera lo afronto?, ¿con qué frecuencia me dejo llevar por el impulso?, ¿pienso bien las cosas antes de decirlas o actuarlas?, ¿soy objetivo(a)?, ¿me valoro, me quiero a mí mismo(a)?, ¿hablo o expreso mis sentimientos?

Una vez analizado esto y poniéndolo en práctica todos los días, antes de reaccionar ante cualquier situación, verás el impacto positivo que tiene la IE en tu calidad de vida.

Recomendaciones.

  • Practica la relajación.
  • Haz ejercicio constantemente.
  • Aliméntate sanamente.
  • Frecuenta a tus amigos(as) y familiares cercanos.
  • Rodéate de gente que te genere cosas positivas.
  • Sé empático(a).
  • Piensa muy bien las cosas antes de hacerlas o decirlas.
  • Pon mucha atención a tus reacciones durante el día.
  • Evita tomar decisiones estando bajo el impulso.

Reflexión final.

“COSAS QUE NO SE RECUPERAN”

Una muchacha estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar por muchas horas, decidió comprar un libro para matar el tiempo. También compró un paquete de galletas.
Se sentó en una butaca en la sala VIP del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Al lado de la butaca donde estaba la bolsa de galletas, se sentó un hombre que abrió una revista y comenzó a leer. Cuando ella tomó la primera galleta, el hombre también tomó una.
Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: “pero, qué descarado”. “Si yo estuviese más dispuesta le daría un golpe en el ojo para que nunca más se le olvide.” Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la dejaba tan indignada que no conseguía reaccionar. Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: “ah… ¿qué será lo que este abusador va a hacer ahora?”
Entonces el hombre dividió la última galleta por la mitad, dejando la otra mitad para ella. ¡Ah! ¡Aquello era demasiado! ¡Se puso a bufar de la rabia!
Entonces cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sitio de embarque.
Cuando se sentó, confortablemente, ya en el interior del avión, miró dentro de la bolsa y para su sorpresa su paquete de galletas estaba allí… ¡todavía intacto, cerradito!
Sintió tanta vergüenza.
Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolsa!
El hombre había compartido sus galletas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, mientras que ella quedó muy trastornada, pensando que estaba compartiendo las de ella con él. Y ya no había más tiempo para explicar… ni para pedir disculpas.

¿Cuántas veces, en nuestra vida, estamos comiendo las galletas de los demás y no estamos conscientes de ello? Antes de llegar a una conclusión, primero ¡OBSERVA! Tal vez las cosas no sean exactamente como piensas.

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